Jardín de infantes

Cuando Manu tenía 2 años y medio empezé a ver la necesidad de que cuando cumpliera los 3 ingresara en un jardín, lo consulté con su neuróloga y me dijo que sí, que empezara, que le iba a hacer muy bien estar con otros chicos, y que debía estar acompañado de una integradora.
Pensé que la búsqueda iba a ser complicada, visité 2 jardines: uno no se molestó en llamarme, el 2do. me atendieron muy bien, la explicación es que no había vacante porque puede haber solo un chico integrado en cada sala y ya lo había (estamos hablando de jardines privados), llamé a otros de la zona, quedaron en llamarme o no había vacante. Luego salí a caminar por mi casa porque me pareció ver un jardín, pero no, era un salón para fiestas, seguí caminando y ví un jardín de infantes precioso, anoté el nro. y llamé: la directora me atendió re bien, me dijo que había vacantes que podíamos hacer una entrevista, ahí le aclaré para que ninguna perdiera tiempo, que teníamos un nene especial, que iba a cumplir 3 años pero debía ingresar a salita de 2 y acompañado de una maestra integradora, me dijo que no había ningún problema que ya habían tenido niños integrados, que fuera y lo hablábamos. Fuí a la entrevista y me gustó mucho el lugar, la directora mostraba mucha predisposición, me dijo que no había ningún inconveniente para su ingreso. Quedamos en hacer otra entrevista para que fuera mi marido y nuestro hijo, e íbamos a conocer a la que iba a ser su primera maestra: Marce. Un amor de persona, divina, cuando nos recibió ya había entrado en internet para saber un poco de que se trataba el síndr. de West. Ya teníamos visto quien iba a ser la integradora porque unos meses atrás habíamos contratado a una persona para que viniera a jugar un poco con Manu a casa y estaba por recibirse de terapista ocupacional: Naty, era muy cariñosa con él, era la persona ideal para acompañarlo en el jardín en sus primeros pasos ya que se sentía muy bien con ella. Y así fué que empezó el jardín!!!, la facha con el uniforme, se los compró a todos, el 1er. día ya estaba a los besos y abrazos con su maestra. Los chicos un amor, todos lo ayudaban en lo que podían, lo ayudaban a pararse, le acercaban juguetes, le cantaban, nunca hubo discriminación de parte de nadie, Manu siempre fué uno más.